Es el signo más evidente de la gingivitis, generalmente asociada a la acumulación de placa bacteriana y sarro por un cepillado insuficiente. Otra razón es el cepillado traumático, por mala técnica o uso de un cepillo inadecuado. Se debe acudir al odontólogo para que determine la causa exacta.

La destrucción de los tejidos que soportan los dientes (hueso y las fibras periodontales), pudiendo generarse un aumento de la sensibilidad, halitosis y movilidad de las piezas dentarias.

La recomendación actual de la sociedad española de odontopediatría es que la primera visita al odontopediatra se realice con la salida del primer diente, a más tardar al primer cumpleaños del bebe, con el fin de diagnosticar cualquier alteración, dar pautas de higiene oral, de alimentación y hábitos entre otras cosas.

No. En la gran mayoría de ocasiones se realiza bajo anestesia local, igual que otros muchos tratamientos odontológicos, y sólo se percibe el ruido de los instrumentos y sensaciones de presión o runruneo en la zona. Para el postoperatorio, ofrecemos pautas para evitar las molestias.

Sí, siempre y cuando se haga primero una revisión para descartar problemas de encías y/o caries. Si existen piezas desvitalizadas en la zona estética, empastes o fundas, es posible que se necesite algún tratamiento complementario al final para igualar el tono conseguido, ya que el blanqueamiento solo afecta a dientes naturales. Puede haber un aumento de la sensibilidad dentaria temporal, totalmente reversible con la finalización del tratamiento.