Como norma general, antes de prescribir cualquier tratamiento, el equipo médico es el encargado de escuchar al paciente y estudiar su problemática mediante un diagnóstico, que determinará qué tratamiento es el más adecuado para poner solución a una determinada dolencia o problema estético.

En la primera visita realizamos un diagnóstico personalizado con tecnología 3D, análisis, simulación y posterior valoración médica.

¿Y si con una simple toma de imagen se pudieran detectar las necesidades de la piel del paciente? Nada más lejos de la realidad, los últimos avances en tecnología aplicada a la medicina nos permiten ir más allá y realizar un análisis más exhaustivo, garantizando soluciones más efectivas y duraderas a los pacientes.

Un ejemplo de ello es la digitalización en 3D, gracias a soluciones tecnológicas como la cámara 3D LifeViz® de Quantificare. La única capaz de poder realizar una simulación y análisis personalizado del rostro del paciente sin necesidad de soportes fotográficos. Resultando de gran utilidad no sólo como parte integral del diagnóstico previo al tratamiento que realizará el doctor, sino también para poder ayudar al paciente a entender mejor el proceso de envejecimiento de la piel y medir los resultados en el tiempo una vez se ha completado el tratamiento prescrito.

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