Al igual que en otras especialidades relacionadas con la Medicina, en Odontología el uso de las nuevas tecnologías contribuye a aumentar considerablemente las posibilidades de éxito de un tratamiento.
En el área odontológica, uno de los avances que mayores beneficios ha traído a la práctica dental es el del TAC.
Y es que este aparato juega un papel fundamental a la hora de realizar un diagnóstico preciso y una buena planificación del tratamiento.
De esta manera, se consiguen resultados más rápidos, predecibles y eficaces.
Un TAC dental -forma abreviada de definir Tomografía Axial Computerizada- es un aparato que utiliza rayos X para obtener imágenes en tres dimensiones de los dientes y los huesos maxilares -superiores e inferiores- del paciente.
El TAC sirve para realizar un completo estudio radiológico de la boca del paciente, ya que permite obtener imágenes de sus estructuras dentales y óseas.
De esta manera nos permite planificar minuciosamente un tratamiento antes de llevarlo a cabo.
Al haberse realizado un estudio previo se conoce exactamente cuál es el punto de partida del paciente y es más fácil planificar y predecir su evolución.
Entre otras cosas, esta herramienta nos permite ver si el paciente tiene caninos incluidos, analizar las raíces de los dientes, ver dónde está localizado el colmillo retenido y analizar el hueso que tiene el paciente para pautar dónde se puede colocar un implante.
Esto ayuda al especialista a planificar un tratamiento a largo plazo más estable, duradero y fiable.