El acido hialurónico para ojeras se ha convertido en uno de los tratamientos más demandados, por sus buenos resultados. Es una de las técnicas más utilizadas en medicina estética. Aportando frescura a la mirada, y sobre todo, eliminando ese aspecto de cansancio.
Ayuda a preservar la elasticidad y el tono de la piel de la zona de la ojera. Debido a que la piel del contorno de los ojos es 10 veces más fina que la del resto del rostro, en ocasiones se ve más hundida y puede cambiar su tono de color a uno más oscuro.
El ácido hialurónico como tratamiento de ojeras permite recuperar el volumen perdido a modo de relleno para igualar y proyectar la zona. Con las infiltraciones, la piel se ve más gruesa y con un tono más suave, disimulando así las ojeras y el aspecto de cansancio de la mirada.
Antes de someternos a infiltraciones de acido hialurónico debemos tener en cuenta diversos factores. El primero es un buen análisis de la estructura de la ojera, ya que está muy influenciada por la forma de nuestro pómulo. El hueso malar, que es el que nos mantiene el pómulo, determina el apoyo o sujeción de la ojera, si anatómicamente nuestro malar es plano, necesitaremos también mejorarlo, lo cual se puede realizar también con ácido hialurónico. Este detalle, se analiza en la consulta médica, antes de realizar el tratamiento para así poder planificar un resultado excelente.
Los resultados son inmediatos y sus efectos duran aproximadamente 12 meses.